Cuando hablamos de abejas, a menudo nos imaginamos a las pequeñas criaturas amarillas y negras que zumban alrededor de las flores. Pero, ¿alguna vez has oído hablar de una abeja gris? Sí, ¡existen! En este artículo, te llevaremos de viaje a las frías montañas del Cáucaso, donde reside esta sorprendente y poco conocida abeja. ¿Listo para descubrir sus secretos?
Una especie particular
Esta especie pertenece a la familia Apidae, como todas las abejas melíferas, y su nombre científico es Apis mellifera caucasica. Es una subespecie de la conocida como abeja Europea, que se ha adaptado a vivir en una zona muy específica, las regiones montañosas del Cáucaso, abarcando áreas de Georgia, Azerbaiyán, y algunas regiones del sur de Rusia.
¿Qué aspecto tiene la abeja gris?
Su apariencia es algo diferente a las abejas comunes, y podemos destacar las siguientes características clave:
- Color: Como su nombre indica, esta abeja no tiene el típico patrón amarillo y negro que muchas personas asocian con las abejas. En su lugar, tiene una apariencia más grisácea. ¡Es como si llevara un suéter gris para combatir el frío de las montañas!
- Tamaño: Son similares en tamaño a otras abejas melíferas y no podemos notar grandes cambios.
- Detalle destacado: Una característica especial de la abeja gris es su probóscide (o lengua, para entendernos mejor) que es más larga que la de muchas otras abejas. Es como si tuviera su propia pajita extra larga para acceder al néctar de flores más profundas.
Comportamiento y ciclo de vida
Las abejas grises del Cáucaso, a pesar de tener un color diferente, comparten muchas similitudes con sus primas amarillas y negras en términos de organización. Tienen un sistema social basado en castas, compuesto principalmente por la reina, obreras y zánganos.
La reina es la encargada de poner huevos, mientras que las obreras se encargan de recolectar néctar y polen, construir y mantener el panal y cuidar de las crías. Por último la lavor de los zánganos será fecundar a la reina.
Su ciclo de vida inicia con la puesta de huevos por parte de la reina. Estos huevos se desarrollan en larvas, que posteriormente se convierten en pupas. Finalmente, emergen como abejas adultas y comienzan a cumplir con sus funciones dentro de la colonia.

Aspectos a destacar de la abeja gris en la apicultura
Como ya sabrás, para que una especie sea utilizada en apicultura es necesario que cuente con algunas características. En el caso de las abejas son famosas por varias razones:
- ¡Siempre de buen humor! Es mansa y dócil, lo que significa que los apicultores pueden trabajar con ella sin el temor constante de ser picados.
- ¡Siempre adelante! Su ciclo biológico es más rápido en comparación con otras, como la Apis mellifera mellifera. Esto es genial porque significa que están listas para actuar y producir mucho antes que otras especies.
- Lengua estirada: ¡Hablemos de esa peculiar lengua larga de 7 mm! Gracias a este «súper poder», pueden acceder al néctar de flores que otras abejas no pueden, especialmente flores como la acacia y la alfalfa. Es como tener una cucharilla extra larga para llegar al fondo de tu helado favorito.
- Las maestras del propóleo: Son excelentes recolectoras de este material, que lo usan para sellar huecos en la colmena, evitando así que entre el aire frío.
- Invierno, ¡no es un problema! Invernar, o pasar los meses de frío, no es un desafío para ellas. Están bien adaptadas para aguantar las bajas temperaturas y seguir adelante cuando la primavera llega.
- Facilitan la reproducción de plantas: al igual que otras especies, tienen un papel importante en la polinización, favoreciendo la diversidad y asegurando el equilibrio de los ecosistemas.
Aunque no todo son aspectos positivos, siempre hay cosas negativas, entra las que podemos destacar:
- ¡Qué pegajosa! Si bien en un principio mencionamos que la abeja gris es genial recolectando propóleo, aquí viene el lado oscuro de esta habilidad. Manipular y abrir las colmenas, al estar selladas, será una tarea un poco más… digamos, complicada.
- Problemitas de salud: Ahora, todos tenemos nuestras debilidades, ¿verdad? En el caso de la abeja gris, su talón de Aquiles es ser susceptible a una enfermedad llamada nosemosis o nosemiasis. Es causada por un parásito que invade su sistema digestivo.
En resumen, la abeja gris del Cáucaso es solo uno de los muchos ejemplos de cómo la naturaleza, en su infinita sabiduría, crea adaptaciones únicas para cada especie, permitiéndoles sobrevivir y prosperar en sus respectivos hábitats.
Referencias
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